El dinosaurio esta triste

Domingo.
Y van tres cafés.
Puede ser mi estado de ánimo. 
Recuerdo hace años, cuando se hablaba de "biorritmos". Fue todo un descubrimiento, para más tarde quedar reducido a una simple pseudociencia.
Ciclos mentales, físicos y emocionales. Sus coincidencias, marcaban nuestro estado vital.
No consigo fijar mi atención. ¿Será la edad?
Me siento disperso, o más bien, huido.
Incluso algunas de mis aficiones, se ven resentidas.
¿Me faltan ganas?
Ganas. Tener ganas, apetecer.
Si, si. Aquello de "motivación". Aunque todos sabemos que "motivación", es tener motivos.
Tal vez echar de menos algo, te hace sentir ganas de eso mismo.
El desgaste de la piel. Tanto de la piel real, como de esa otra que nos hace sentir, más adentro.
Y leo:

Cuando el dinosaurio despertó
el tigre y el león seguían jugando a ser niños
y se reían tanto
que el dinosaurio
se puso triste
porque con su gran tamaño
solo podía asustarlos.

—La risa fértil. Escandar Algeet—

Animo y suerte.

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