Cartas desde Porto (I)

Domingo.

Te escribo con una hora menos, o mejor, con una hora más.

No recordaba esta ciudad.

Si, había estado antes. Pero hasta que no camine por sus calles, de noche, no vino a mi memoria.

Las gaviotas no me molestan como en otros sitios.

Ahora, en esta galería acristalada, las escucho y las veo volar muy cerca del suelo. Son igual de turistas que yo, como si estuvieran de paso.

La historia del hotel, es triste, tanto como un fado.

Primero casa burguesa, después república de estudiantes, con palmeras brasileñas y camelias inglesas.

Intento de convertirse en hotel especial, que ardió en un incendio.

Maderas preciosas, escaleras fantásticas, claraboyas. Todo desapareció.

Hoy el hormigón y la piedra, los ventanales, las claraboyas y los techos llenos de palabras crean un lugar para la amnesia. 

El cielo está algo nublado.

Saldré a la calle, y como las gaviotas, volaré bajo.

Recordaré, tal vez otro lugar y la melancolía me hará desear quedarme aquí, para siempre. Siempre.

Animo y suerte.

#100cafesy2000paracetamoles

#lavidaenunataza

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#contraTupobreza
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