Martes.
"De cuando yo era la protagonista de mi #vida"
Esta frase acompañaba al rostro de una mujer.
Me permito la licencia de imaginar. Es una foto de hace un tiempo, no demasiado. Algo ha cambiado. Ya no siente su papel como principal, ni tan siquiera sabe si es un secundario o en algún momento, llega a ser una figurante.
Escribo estas líneas cerca de la medía noche. Y esta idea me martillea desde la tarde.
¿Cuando dejamos de ser protagonistas de nuestra vida?
¿Hay un momento vital que nos cambia? ¿Que nos lleva a un segundo plano?
Podríamos pensar que son los hijos.
¿Ellos, son lo único importante?. ¿Ellos son la razón de tu existencia?. Si, en algunos casos, puede ser. Pero ese punto está sobrevalorado.
Cuando eres el protagonista, eres el personaje principal, eres el héroe, el villano, el que vence, o el vencido. Somos a la vez protagonistas y antagonistas.
Caminamos en pos de nuestro destino, de nuestros sueños.
Es justo en el instante en que los sueños o los caminos de otros tienen más importancia que los propios, cuando abandonamos el centro de la escena, para pasar al servicio del nuevo actor principal.
Es la jodida vida, la que distribuye el protagonismo de forma aleatoria, y nosotros, tragándonos el orgullo y el egoísmo pasamos a ser secundarios para lucimiento de otros.
Dejamos de ser buscadores de sueños, para convertirnos en aliento y fuerza.
Son sensaciones tan íntimas y personales, que quien no las ha sentido nunca, puede entenderlas de forma errónea.
No, no hay culpables.
Esa mujer, no busca culpables. Simplemente busca encaje a su papel, busca su lugar en la escena. Añoranza de ayer. Y sí, porqué no, el recuerdo de algún sueño por cumplir.
Nos va en el camino, nos va en la vida. Día a día, buscar nuestro lugar. Ejecutar ese papel que nosotros mismos escribimos, sin saber cuándo caerá el telón.
Animo y suerte.
#yocontigo #100cafesconunputovirus #uncafealamanecer
#lavidaenunataza
#AcuerdatedeVIVIR
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