4:00 am Alguien sale de viaje y no controla demasiado al cerrar la verja de su casa, ni las puertas del coche.
Me levanto y bajo a beber un vaso de agua.
Vuelvo a la cama y me quedo unos segundos escuchando "nada". Un gato, con sonidos de amor o de guerra, rompe la madrugada.
5:30 am Sigo despierto. Puede que llueva. El aire, en nada, traerá ese aroma a tierra mojada. El petricor.
6:58 am Me he dormido, pero el amable correo informativo de un "buen amigo" me lleva a conocer el "upcycling alimentario y cosmético". Mola.
No me quiero levantar aun. Intento sin conseguirlo volver al encefalograma plano del sueño.
Café.
7:20 am Carreras, por la escaleras. Está lloviendo. Ayudo a recoger cojines, toallas y todo aquello que dije ayer que guardaría antes de irme a dormir y no lo hice.
Sensación divertida. Empapado por la lluvia y lanzando cosas por la puerta de la cocina. Isi, con el barullo, está pendiente de salir fuera.
- Te mojarás. Quieta ahí.
Da igual, en un despiste de todos y al haber aflojado la lluvia, ella sale. No nos damos cuenta. Al momento la lluvia arrecia.
8:00 am Isi, empapada, sentada muy digna debajo del árbol más grande del jardín, nos mira. Se mueve un tanto nerviosa. ¿Voy? ¿No voy?, parece que dice.
Al final, acaba envuelta en una toalla que muchas manos frotan entre mimos y risas.
8:30 am Café. Ordeno y releo "Cartas que nunca enviaré". Son 39. Quiero hacer 100. Alguna publicadas en los libros, otras inéditas.
Pienso en una más.
9:00 am Otro café. Jamón, pan tostado. Ya está aquí el petricor.
Vamos con el día.
Animo y suerte.
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