¡Oh, sol! ¡Oh, sol bemol!

El día ha comenzado de forma muy satisfactoria.

No me duele nada distinto a lo que me dolía ayer. Un par de cafés y revisión del cajón de verduras. La temperatura agradable, no hace sol.

He salido de caminata y he estado acompañado por voces y personas inteligentes. En mi oído se mezclaba, vejez con pubertad, tubulinas con sistemas de esqueleto celular. He intentado entender y creo que algo me ha quedado.

Una frase en especial: Lo normal es la diversidad. Me gusta.

Que aburrido sería. Todos uniformados, en mente y cuerpo.

He comprado algún ingrediente que no tenía para la comida de hoy.

Imagino que la Plaza de ¡España! estará llena de iguales, no recordaba que hoy salían en tropel con banderas y megáfonos.

“España no es plurinacional, no somos extranjeros en nuestra casa”

Pedazo de frase ¿no?

Espero que en Madrid haga un día magnífico con un ardiente sol, para que la asistencia sea masiva, se colapse el centro llenándolo de banderas, megáfonos y frases de ánimo para la nación. Cervecitas, bocadillos de calamares y mucha libertad.

Mientras en Los Ángeles, Donald (el pato no, el otro) moviliza a la Guardia Nacional para frenar las protestas por sus políticas migratorias. 

¿Y no sería mejor cervecitas y libertad? Estos americanos, no aprenden.

Me gustaría equivocarme pero cada vez veo más riesgo de una Civil War. Armas no les faltan y cada vez hay más enfrentamientos entre manifestantes y agentes federales.

¿He dicho Guerra Civil?.

Como con todo, una revisión de la historia con mente abierta nos sorprendería, seguro.

Pongo música y miro por la ventana. Me tengo que duchar, al mediodía, unos espagueti con brócoli y un calamar.

Cuando era una niña metía el dedo en el sofá

Y a veces me encontraba 500 pesetas o aún más, ey

Con catorce años me besaste en un sofá

Me dejaste tantas babas que te tuve que chutar, egss

Dicen que han sido 50.000 personas las que han ido a tomar el sol a la Plaza de España. Los convocantes hablan del doble. 

Rigoberta sigue:

A los veinte años me dormía en un sofá

No sabía dónde estaba pero quería descansar, claro

Tengo treinta y tres, soy Jesucrista Superstar

Siempre quise cambiar el mundo sin moverme del sofá, ¡no!

¿Y una copita de vino?

¡Viva el vino!

¡Viva la diversidad! 

Todos a tomar el sol.

¡Oh, Sol! ¡Oh, Sol bemol!

Animo y suerte.

*Estrofas de la canción Una pulga en el sofá de Rigoberta Bandini

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