Martes.
¿Somos todos iguales?
A ver. No, me refiero físicamente. No hablo de aspecto o de convicciones.
Me refiero a si somos todos tan, tan, hipócritas.
En los evangelios, el ejemplo eran los fariseos.
Nos "rasgamos las vestiduras", como ellos, constantemente; pero ¿es verdad?, ¿es sincero?; o simplemente ¿"es por quedar bien"?.
Tenemos mucho que callar.
Ese postureo fanático.
Esa defensa de lo "políticamente correcto", para en la intimidad destrozar cualquier convicción.
¿Tu no te llevas los folios de la oficina?
¿Tu no aprovecharías que te regalaran un master?
No, no, rotundamente, no. ¿O simplemente no se dio la situación?
Confiesa, ¿donde pegas las pelotillas que te sacas de la nariz?
¿Todo lo facturas con IVA?
Asia Argento, pionera del movimiento "Me Too", se rasgó las vestiduras.
Otros, lo hacían por las políticas de la vivienda, para acabar comprando una casa de 650.000 €.
Coelho, escribe libros de autoayuda, que el no lee.
"Ser rico no es cuestión de dinero"
¡Mátame camión!
Animo y suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario