martes, 19 de marzo de 2024

Margarita se llama mi amor



Hoy, he vuelto a mi costumbre de caminar intentando el trote "cochinero".
Serias dudas en lo del trote, para dejarlo en un paso "Rajoy", pero sin subir los puñitos a la altura del pecho.
Alguna llamada, mensajes de voz e incluso algo parecido a una reunión.
Cada intervención, controlando la respiración y sintiendo la existencia de músculos y tendones que ya no recordaba.
En los intermedios, la radio. Insistente y cansina en 4 o 5 noticias. Las que venden.
Poca relevancia del mensaje sobre que la "amenaza es total y absoluta".
Un virus, detectado en el mes de diciembre de 2020, hizo que un mes después se declarara la sexta ESPII, por parte de la OMS, desde la entrada en vigor del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) en 2005.
Emergencia de salud pública de importancia internacional.
La guerra ruso-ucraniana, empezó en 2014.
El conflicto (lo llaman así) israelí-palestino, empezó en 1948.
Margarita Robles dice que cree que no somos conscientes, de que "un misil balístico puede llegar perfectamente desde Rusia a España".
Vale, Margarita. Soy consciente.
¿Cuál es la idea?
¿Empezamos a comprar chalecos antibalas, cascos de batalla, subfusiles y construimos refugios bajo profundas estructuras de hormigón?
¿Creamos alguna empresa para hacer estas compras y luego venderlas a los gobiernos autónomos y así ser los más ricos del cementerio?
¿Salimos corriendo?
¿Qué podemos decirle al pueblo Ruso? No a Vladimir, a su pueblo, a quien lo perpetúa en el poder con el ansia de matar.
¿Qué podemos decir al pueblo Ucraniano?
¿Y a los Israelitas? ¿Y a los Palestinos?
¿Qué podemos decirles a nuestros vecinos que aceptan el uso de la fuerza, del hambre y de las armas?
Hitler, Stalin, Negus, Habré, Pinochet, Idi Amin, Sadam Hussein, Pol Pot, Mussolini, Videla, dicen que fueron dictadores con una historia llena de hechos sangrientos.
Pero llegó la democracia y, con una urna, dimos legitimidad a quienes matan, roban y engañan con la excusa de la libertad, de las banderas.
Margarita, ¿eran conscientes los cartagineses y los romanos en su primera guerra púnica? Doscientos cincuenta años antes de Cristo.
Y de fondo, suena "Margarita se llama mi amor". Canción marcial que nació en las milicias universitarias.
Hoy, me duele todo.
Y Margarita, lo sabe.
Animo y suerte.

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