Miércoles.
Ayer tuve la fortuna de compartir mesa y conversación, con gente maravillosa.
Gente llena de fuerza, de ideas, de entusiasmo.
Personas que aportan, que suman.
Momentos, llenos de sorpresas.
A veces, con mi afición a la cocina, cometo el error de formarme una idea de la personalidad de quien hizo un plato, una receta, basándome en los ingredientes, en la técnica, en el emplatado.
Puedo pensar que esa persona, es relajada, tranquila, casi rozando el nirvana; o todo lo contrario.
Error. Ayer me equivoque gratamente.
Un huracán de ideas, de fuerza, totalmente arrollador; pero con control, planificación, y con mirada limpia y corazón abierto.
Grande, muy grande.
Personas que pasan por baches, físicos, laborales, que pelean incansables. Que absorben, que valoran todo lo que les rodea, para sumar. Para seguir. Para crear un nuevo mañana.
Tipos altos, desgarbados, algodonosos, pero con mirada resolutiva, agradecida; y con unas lentejas en escabeche, que quitan el sentido. Luchando por un sueño en 12 m2.
Y que decir de esa tarta de queso. Es como tu, gloriosa.
Y esa Pepa. Gracias, mil gracias por hacer que nos reunamos. Mil gracias por ver en nosotros, lo que el espejo no muestra.
Gracias por estar allí, aquí. Dentro de nosotros.
Unes, das calor y fuerza.
Haces que nuestras garras afiladas, sirvan para crecer. Para ser más, nosotros mismos.
Saca las garras, la lucha continúa.
Ayer, compartimos vida.
Gracias.
Animo y suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario