viernes, 30 de octubre de 2020

Mirando dentro. Cualquiera.



Caminaba escuchando el sonido de sus propios pasos.
Como en otras ocasiones, mientras volvía a casa, ocupó el tiempo en organizar lo que haría al llegar.
Las farolas que había a ambos lados de la calle daban una luz mortecina, no necesitaba mucha más iluminación, su mente estaba preparando la cena, la lista de la compra, poniendo la lavadora, ordenando los papeles del banco, y si, tenía que llamar a casa.
Llego al paso de peatones. El semáforo estaba en rojo y aunque no se veía ningún vehículo aproximándose, no se movió. 
Su cabeza seguía trabajando. ¿Había recogido la ropa del tendedero?. Enviaría el informe después de cenar, quería revisarlo.
Verde.
Volvió al momento. El parque enfrente, la calle giraba a la izquierda. Miró a ambos lados y cruzó con paso rápido.
Había salido a dar un paseo, necesitaba tomar el aire. Llevaba todo el día trabajando.
Esas cosas que tiene la cabeza, sonrió. Le apetecía un cigarrillo.
Esa sensación del humo, entrando dentro, muy dentro. El sonido de la brasa, casi podía notar el olor, el sabor.
Se encontró apretando los labios alrededor de un imaginario pitillo, y sorbiendo la nada.
Otro semáforo. Rápido, estaba verde.
Ese cigarrillo, había hecho algo.
Notó una vibración en su bolsillo. Miró la pantalla del móvil. Un cigarrillo, después de casi 15 años. Una llamada, la llamada, que como el cigarrillo podría llegar dentro, muy dentro.
Guardó el teléfono sin contestar y siguió su camino sorbiendo la nada.
Dentro. Mirando dentro.
#Mirandodentro
#Personas
#Personajes

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