jueves, 23 de febrero de 2023

𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐞𝐧𝐯𝐢𝐚𝐫𝐞́ (𝐗𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈)



Hola. Cuanto tiempo ¿verdad?
Habitualmente, lo fácil, es marcar un número de teléfono o escribir un saludo en cualquier sistema de mensajería. Digo, fácil.
Nunca es fácil, volver a hablar con alguien con quien hace mucho tiempo que no lo haces.
Estoy de viaje y, ayer, me acosté pronto. Hoy, claro, me he despertado antes del amanecer.
Mirando el cielo, he recordado que este mes, Venus y Júpiter están en conjunción.
La semana próxima, se encontraran y podrán verse muy cerca, durante la noche.
Una vez al año se acercan, se saludan y siguen su camino.
Venus, suele verse al amanecer, pero Mercurio es más difícil y solo en estas ocasiones podemos contemplarlos juntos.
¿Recuerdas?
La última vez, fue en un aeropuerto, por estas fechas, también. Tu, en una de la cintas de transporte, yo en sentido contrario.
¿Eras tu?. No podía creerlo. Mirabas el móvil, inquieta, como si los pasajeros que estaban delante de ti fueran a hacerte perder tu vuelo.
Te apartaste el pelo y levantaste la cabeza. Tu cara demostraba tanta sorpresa como, supongo, la mía.
- Hola. ¡Vaya! ¡Que casualidad!
No recuerdo que dije. Seguramente una estupidez.
En ese breve espacio de tiempo, cruzamos dos, tres frases.
Ibas a Portugal, yo volvía a Barcelona.
Conforme nos alejábamos mantuvimos la mirada y tu, hiciste el típico gesto con tu mano de "te llamo".
Han pasado muchas conjunciones, desde aquel día.
Si en mi teléfono aparece un numero oculto o desconocido, a veces, pienso si serás tu.
Cuando eso ocurre, al poco, me lleno de desilusión. Me quieren vender un seguro o me ofrecen una gran oferta de una compañía eléctrica.
Miro al cielo. Quizás tenga que esperar al próximo febrero, o al siguiente, para la próxima conjunción.
Venus y Mercurio.
Espero y deseo, que tengas bellos amaneceres, Venus.
Fotografía: DAVE JURASEVICH (MT. WILSON OBSERVATORY)

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