lunes, 22 de julio de 2024

Escasez


 

El inicio del día podríamos llamarlo "a la caza del traumatólogo".
Entiendo que tengan el derecho al descanso vacacional, pero he comprobado que son generalistas en las fechas elegidas o están hasta las trancas de huesos y tendones averiados.
En verano, prohibido traumatizarse. ¿Entendido?
Café. Otro café. ¿Y yo quería dejarlo?.
Mensajes, correos, reuniones, llamadas.
Buscaré hueco para acercarme al ambulatorio.
Joe "ese señor" no ha conseguido entrar en el tratamiento de ISRIB (El fármaco experimental que os comenté).
O sea, las elecciones de dentro de cuatro meses, un sindiós.
Trato de recoger sobre un documento "todo". Trabajo imposible.
Lo que me gustaría, lo que les gustaría a otros, objetivos optimistas, actividades y tareas de mejora. Que pasa si... ¿Y porque no...? ¿Y entonces?
Se me van los ojos hacia las normativas. Capital de la familia, capital humano, la Comisión ejecutiva, la Junta General...
¡Por fin!. Tengo hora con el traumatólogo mañana.
Es cierto. Si no fuera por la lluvia, no valoraríamos los días con sol. Una dualidad. De no ser por la lluvia, los días de sol ni tan siquiera existirían. Dualidad.
Creación, destrucción.
Acabo de dejar que mi cabeza se vaya de paseo un rato. Lo necesitaba.
¿Por qué las abejas crean estructuras tan precisas y las avispas, en cambio, estructuras tan descuidadas?
ChatGPT me da una respuesta que ocupa varias pantallas. Evolución y adaptación. Materiales de construcción. Función y necesidades y organización social.
En cambio Sendhil Mullainathan y Eldar Shafir (Autores del libro 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒔𝒆𝒛. ¿𝑷𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆́ 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒑𝒐𝒄𝒐 𝒔𝒊𝒈𝒏𝒊𝒇𝒊𝒄𝒂 𝒕𝒂𝒏𝒕𝒐?) contestan de una manera más sencilla:
Por la escasez o la abundancia del material con que las construyen.
Perder tiempo lamentando la falta de tiempo. Ajustar los gastos a los ingresos. Concertar dos reuniones a la misma hora. Comprometer tiempo que no se tiene.
Escasez. Tener menos de lo que se percibe como necesario. La escasez, crea escasez.
Hoy, en una de las reuniones, mi interlocutor me ha saludado con una amplia sonrisa. Se lo he hecho notar. No quería decir que las cosas fueran bien o que todos los posible problemas o incidencias estuvieran resueltos.
Hoy, mi interlocutor, se sentía bien. Nada especial, un simple mensaje, le había hecho salir de la escasez.
El elefante en la habitación.
Escasez de confianza, escasez de empatía, de apoyo. Notarse en el túnel por falta de lo suficiente, de lo que consideraba necesario.
Miro de nuevo la lista de temas. Impresionante. Densa. Y lo que queda.
A veces, necesito ese mensaje que me saque de la escasez que yo mismo creo.
Creo que en WhatsApp hay una opción para enviarte mensajes a ti mismo ¿verdad?
Animo y suerte.

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