Calma chicha

 

Que os voy a decir del verano. Pues eso, que hace calor.
Puedo añadir que, desde esta, mi nueva residencia caemos en obviedades veraniegas como en todos los sitios del mundo mundial.
- Pues este año hay más gente que nunca.
- ¿Coches? Muchísimos. Y todos los bares y restaurantes, hasta arriba.
- Y luego dirán que mucha gente pero que se gastan poco.
- El mar, como si fuera consomé. Calentito.
Y no digo nada cuando empecemos a hablar de las medusas.
El sábado, en la peluquería, tomé nota de comentarios de la localidad.
Algún luctuoso hecho y reflexiones sobre la aparición de efectivos de la Guardia Civil en abundancia.
- Pues estaban buscando una célula yihadista
- En la playa apareció un "fardo".
- No, no era nada de aquel señor que se ahogó.
Recuerdo hace ya bastantes años, cuando en la época veraniega se hacían búsquedas de artefactos terroristas en las playas. El verano era la época en la que los terroristas querían hacer saltar por los aires, las cremas solares, las neveras portátiles llenas de cervezas y las tortillas de patata.
Un titular de El País el 10 de julio de 1997, rezaba así:
ETA inicia en la Costa Brava su campaña veraniega de atentados.
Su campaña, como si fuera El Corte Ingles con las rebajas.
Queda lejos aquello.
Leo que los chinos están analizando "la espalda" de la luna.
Donald (el pato no, el otro) sigue con la oreja vendada y ha creado tendencia. Joe "ese señor", al borde del abismo y de forma renqueante, dando un paso adelante. Las malas lenguas dicen que tienen confianza en que el ISRIB. Es un fármaco experimental que ha logrado resultados revolucionarios en animales: ha revertido el deterioro mental asociado a la edad, ha restituido la memoria perdida por traumatismos craneoencefálicos e incluso ha mejorado la memoria en ratones con síndrome de Down.
Es decir, podemos tener Joe "ese señor", para rato.
Ayer, vi el documental "Esta ambición desmedida" (C.Tangana). Tomé notas incluso. Como un tipo brillante lucha con sus propios demonios y es victima de su creatividad. Me recordó a alguna persona que admiro.
El día ha salido algo ventoso pero ya está volviendo a la normalidad soleada y calorífica.
Isi, mantiene su instinto cazador y convierte el jardín en su parque de atracciones particular.
Me noto inquieto. En ese modo de calma chicha en el que el barco no se mueve.
Si, hago muchas cosas y anoto muchas que quiero hacer. Una lista casi interminable.
Bajar escaleras sigue siendo un problema. El lunes buscaremos traumatólogo. Tal vez sea eso.
El viernes, Olimpiadas.
Calienta, que sales.
Nivel de amenaza terrorista: Alto.
Animo y suerte

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