viernes, 26 de julio de 2024

Terremoto (Earthquake)



Siempre se puede aprender.
De una conversación banal, con personas que consideras educadas y formadas, pueden aparecer fundamentos sobre los que has construido tus criterios y después de unas frases, desmoronarse. Darte cuenta de que aquella imagen que habías construido, era eso, una imagen.
Solo era cartón piedra. Un cartón piedra, que con muy poca humedad, se deshace. Todo un fraude.
En mi primer viaje a Estados Unidos visité, gracias a un buen amigo, un gran número de parques de atracciones en tiempo récord.
Una de las atracciones que más me impactó (aparte de la montaña rusa en la oscuridad) era una en la que se recreaba una grabación (Estudios Universal) de un viaje en metro. Tu, viajabas como pasajero en un vagón que entraba en una estación y, de pronto, aquello se convertía en un puro desastre. Todo explosionaba, el techo se hundía bajo el peso de un camión de gran tonelaje y de todos los lugares salían chispas, llamas y vías de agua.
Pasado el "susto", todo se recomponía de forma mágica y certificabas que aquel "decorado" había suplantado la realidad por unos momentos para darte un chute de adrenalina.
A lo largo de los años, visité en varias ocasiones más aquella atracción y siempre encontraba un detalle adicional que añadía realismo a la situación.
Parecía que era de verdad. Estábamos en San Francisco, en el metro, durante el terremoto.
No. Era simplemente un decorado lleno de efectos especiales, de tramoya.
Parezco, a veces, nuevo.
Los ideales, los valores que has intentado cultivar en ti mismo, llega un día que los enfrentas a los de otros que incluso habías tomado como ejemplo.
Pura tramoya. Que decepción.
Solo había motivos, tras toda aquella palabrería y buenos deseos.
El hambre, la guerra, la migración, el racismo (podría seguir), la polarización, la política, la democracia, el europeísmo, las fronteras, la justicia, la equidad, todo eso que también está en nosotros y a nuestro alrededor, a veces solo es una tramoya que nos ponemos como atuendo para ocupar un lugar en la vida, un disfraz y, una vez conseguida esa posición, esperar a que las próximas generaciones resuelvan, cambien, decidan.
No cambia nada en mi. Mantengo mis principios, mis valores, mis creencias. Solo hay decepción.
Mañana, nos toca Magic Kingdom Park, pasado EPCOT, al otro, Universal y después iremos a Legoland.
Mundos de fantasía, manotazos de realidad, para aprender.
Animo y suerte.

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