viernes, 12 de julio de 2024

Delirios



Vaya, te has levantado pronto y ya llevas las deportivas puestas.
Hay que aprovechar. Si sales más tarde, te pasará como ayer, que volviste rozando el colapso.
Corre una ligera brisa.
Apetece subir el paso, en el sol y sombra de la calle.
Poco a poco llegamos a la avenida principal. Hoy iremos por el interior, más sombra, más refugio.
Ya llegas al límite de la población, el túnel y salimos a la calle que nos une al pueblo vecino.
Subida, bajada, la rotonda y continuas entre casas de media altura, comercios y entidades bancarias.
Algunos madrugadores desayunan en las mesas de los bares, en la acera.
La radio va escupiéndote noticas al oído. Se ha roto el pacto. ¿Y entonces? Previsible. Habrá unos que se irán por ser bien mandados de su jefe de filas y habrá otros que desertaran para aprovechar la silla de que ahora disponen.
Pues si te vas, vete.
Los que se quedan, muestran dignidad, aunque parece que es postiza y recién sacada del fondo, de muy al fondo, del armario.
Giras un poco a la izquierda. Se ve el mar y la prolongación del paseo marítimo esta casi desierta.
Tomas el camino de tierra que te lleva por los arenales protegidos, hasta la cala rocosa cerca del camping a 20 m. de la orilla.
Respiras, resoplas.
- Sesuda
- Y tu cabezuda
Anda, que ya te vale. Sonríes.
No se si ha sido buena idea. Hubieras debido venir por la costa y volver por el interior.
Mientras haces repaso mental de todos los bares, chiringuitos y lavabos públicos del camino de vuelta, te enteras que alguien que llevaba seis años fuera del país, vuelve.
¿Le cantaran el "vuelve a casa vuelve"?. ¿Otra vez sonríes?.
Perretes y personas, moviendo las patas.
Un señor, de cierta edad, se cruza contigo. Tiene la piel, de ese color en que el moreno llega a marrón. Pero marrón, marrón, tirando a color KK. Me entiendes ¿verdad?. Ui, Ui, vuelves a sonreír.
Has cruzado algún mensaje de buenos días. Alguna imagen playera para generar odio y envidia cariñosa.
A tu derecha el mar. Azul, pero azul, bufff.
Una tarta de queso, un brownie. Hay que ver lo temprano que nos damos envidia.
Vas buscando las sombras hasta llegar a la pasarela que marca el límite, la frontera.
Te paras unos segundos.
Me escuchas.
- Baja de la acera, que con los jardines y los arbolitos, alguna baldosa esta levantada y con lo torpe que eres tropezaras y no tengo ganas de que hieras tu orgullo.
Bien, bien, me has hecho caso.
Un mensaje, otro. Te ha gustado el Nano Car.
¿Ya estas haciendo planes?.
¡Upppps!
Recapitulemos.
Tobillo izquierdo, torcido.
Gorrilla por un lado, pinganillo por otro y tu a cuatro patas en el suelo.
¡Venga! ¡Ponte de pie que no te va a venir nadie a levantar!
Que si, que si. No me lo repitas. Tu querías ir por la acera y yo te he empujado a ir por el centro de la calle.
Pero perdona, el que a tropezado has sido tu.
Mensaje de trabajo. Me callo, vale. Espero.
¿Te duele?
¿No me quieres hablar?
¿Ya no sonríes?
Y ahora ¿te enfurruñas?
Ainssss.
Animo y suerte.
Pdta.: Algún raspón en el orgullo, pero nada más. Seguimos.
Foto: Silence S04. Silence

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