Seguramente, en algún momento de tu vida, has oído hablar del "efecto mariposa".
Leo el artículo de Timothy Garton Ash, catedrático de Estudios Europeos de la Universidad de Oxford e investigador sénior de la Hoover Institution de la Universidad de Stanford.
Denomina a las elecciones americanas como "Las elecciones mundiales".
No porque mañana nos vaya a gobernar Kamala o Donald (el pato no, el otro), sino porque el resultado puede generar un tornado en cualquier lugar del mundo, o en todo él.
Aquí nombramos a la presidenta del CGPJ, pasamos al ministro a dirigir el Banco de España; y en Cincinnati (Ohio), se la sopla.
Vamos, que ellos seguirán ubicando Barcelona al lado de Casablanca y nosotros (muchos de nosotros) seguiremos sin tener ni idea de si esa localidad americana solo existe en las películas de Netflix o realmente está en la costa oeste de Estados Unidos.
Efectivamente, la mariposa no crea el tornado, pero puede ayudar a su creación por el cambio introducido en el sistema con su aleteo.
Puede que el tornado se forme igual, incluso sin la ayuda de la mariposa.
Quién sabe.
Hablamos de predicción, de teoría del caos, causa-efecto.
De acuerdo con Timothy, son elecciones mundiales. Esa concentración de poder, de influencia, en manos de un pato puede dar lugar a un Tío Gilito, que solo vive para llenar su piscina de monedas y billetes (¿recuerdas?), pasando por encima de países, culturas, creencias... O nos puede llevar a un Joker con flequillo rubio, caos, imprevisibilidad y una inclinación hacia la ruptura de normas establecidas.
Sigue lloviendo. En algún sitio, una mariposa o un paraguas pueden estar generando un tornado en Massachusetts y, mientras, tú con el café con leche y los churros, tan tranquilo.
Ánimo y suerte.
Pdta.: La receta de los churros:
No hay comentarios:
Publicar un comentario