sábado, 26 de diciembre de 2020

Cartas que nunca enviaré (XVI)



Hola ¿Qué tal estas?
Anoche, no se el motivo, pensé en ti. Serán las fechas.
¿Qué vida llevará? ¿Estará bien?
Creo que alguien de mi familia o de la tuya me habló de ti. Hace tiempo, mucho tiempo.
Recuerdo tu llamada. Me sorprendió, no la esperaba.
Yo entraba en un parking, tu habías visto unas fotos en casa de tu madre y querías, como yo hoy, saber.
Cruzamos unas frases y la comunicación se cortó.
Llevaba prisa. Tal vez volviste a llamar y el teléfono seguía sin cobertura o no esperabas que contestara a un número oculto, y tu sorpresa fue mayor que la mía.
No reconocí tu voz, pero después, al cabo de los días volvió a mi nítidamente.
Mi madre me comentó que había recibido una llamada, semanas antes, preguntando por mi. Alguien le dio una excusa para conseguir localizarme.
Aunque ella decía que no, seguro que reconoció tu voz y el cariño que sentía hacia ti le pudo.
Ella siempre te tuvo en mucha estima.
Nunca llegamos a hablar de como nuestras vidas se fueron alejando. Yo, a base de comentarios como te decía, he construido un puzle de ti. Son piezas sueltas con alguna, seguramente, errónea.
Te casaste. Alguien que no te trató bien. ¿Dos hijos? ¿Tres?. ¿Dos chicos y una chica?
Una traumática separación, tal vez.
Me contaron o lo imaginé, que él por algún motivo cambió. El pulso con la vida, lo perdió. Y en esa derrota, tu estabas en medio.
Vivías en el norte, aunque tal vez ahora sea el sur.
Me hablaron de tiempos difíciles, de esfuerzo.
Me preocupe, pero todo fue como una película que con el paso del tiempo, pierde color e intensidad.
He sacado a pasear a Isi. Hoy ha decidido montar una fiesta llenando el pasillo de confeti. Un rollo de papel higiénico que ha robado del baño, le ha dado mucho de sí.
Hacía frío. Como aquellos lejanos días en los que te esperaba en un banco del parque. Tus mejillas heladas y tu piel muy morena.
¿Sigues yendo a esquiar?
Camisa blanca, chaqueta de punto azul. Cola de caballo, pendientes de perla y labios brillantes.
Metías la mano en mi bolsillo, yo entrelazaba tus dedos y echábamos a andar.
Ojalá mi puzle tenga errores. Y todo haya sido mejor.
Agua de Rochas en mi memoria
Quizás, algún día, nos veamos al amanecer buscando a Venus y paseando a los perros.
Animo y suerte.

𝙋𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙏𝘼 - 𝟱% 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘆 𝗴𝗮𝘀𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝗻𝘃𝗶́𝗼 𝗴𝗿𝗮𝘁𝗶𝘀
𝟭𝟬𝟬 𝗰𝗮𝗳𝗲́𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘂𝗻 𝗽𝘂𝘁𝗼𝘃𝗶𝗿𝘂𝘀
o puedes contactar conmigo y realizar la Precompra por BIZUM.
Ya disponible Podcast en iVoox - Spotify - iTunes * Si lo deseas, puedes comentar sobre mis "cafés" escribiendo a: uncafecon@saborencristal.com o colaborar en el proyecto "Un café con tu voz"

No hay comentarios:

Publicar un comentario