Lunes.
Tengo que ordenar. ¿Será un trastorno obsesivo compulsivo?
Otro proyecto dormido.
Septiembre de 2016. 𝗣𝗮𝗹𝗮𝗯𝗿𝗮𝘀 𝗯𝗼𝗻𝗶𝘁𝗮𝘀.
Un conjunto de palabras que me gustan, que me "dicen" algo.
Que tontería. Todas las palabras dicen algo, pensarás.
Abanico, ademán, ajenjo, alambre, alegría, aparecer...
La definición de una palabra. Más abajo, lo que te dice, lo que te hace sentir.
𝒂𝒋𝒆𝒏𝒋𝒐
Del lat. absinthĭum, y este del gr. ἀψίνθιον apsínthion.
1. m. Planta perenne de la familia de las compuestas, como de un metro de altura, bien vestida de ramas y hojas un poco felpudas, blanquecinas y de un verde claro, amarga, algo aromática y de uso medicinal.
2. m. Bebida alcohólica elaborada con ajenjo y otras hierbas aromáticas.
3. m. p. us. Bebida amarga elaborada con ajenjo. U. m. en sent. fig.
En la boca, en el fondo de la garganta.
Ardía, con ese punto amargo.
Pasó por el esófago y llego al estómago.
El calor se irradió al resto del cuerpo.
La mirada, nueva. Abierta, lúcida.
𝒂𝒍𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆
De arambre.
1. m. Hilo de cualquier metal, obtenido por trefilado.
2. m. Conjunto de cencerros, campanillas, etc., de una recua o hato de ganado.
3. m. Méx. Comida constituida por trozos de carne ensartados en un pincho y asados.
4. m. desus. Cobre y sus dos aleaciones, bronce y latón.
5. m. pl. Dedos de la mano.
Era eso lo que los unía.
Delgado, largo y flexible.
Daba vueltas alrededor de su muñeca y salía por la ventana.
Cruzaba bosques, valles y carreteras.
Cambiaba de color, subía, bajaba y se retorcía en lugares angostos.
Al llegar, buscaba otra muñeca y se enredaba en ella.
Un viaje, agotador; un viaje, para unir.
Un ejercicio para la mente y para el alma. Pronunciar una palabra, una, dos, tres veces. Notar como tu lengua se coloca dentro de la boca para conseguir esos sonidos.
¿Qué te dice? ¿Qué sientes?
𝒂𝒅𝒆𝒎𝒂́𝒏
Quizá del ár. hisp. aḍḍíman o aḍḍamán.
1. m. Movimiento o actitud del cuerpo o de alguna parte suya con que se manifiesta disposición, intención o sentimiento. Con ademán decidido. Hizo ademán de huir, de acometer.
2. m. pl. modales.
No hacían falta palabras.
Era como un guiño.
Era hablar, incluso sin signos.
Cambió de posición, solo un instante.
Estaba todo dicho.
Y ya está aquí el amanecer.
Tengo que ordenar-me.
Animo y suerte.
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