𝑬𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒏𝒛𝒂
Mientras el aire deja de ser abrasador y la calima nos da un respiro, vuelve a escucharse "Haití".
La tierra, tal vez incómoda, se ha vuelto a quejar. En el mismo lugar, con menos fuerza mortal que en 2010.
Los Talibanes siguen su avance hacia Kabul.
Los ministros se escriben entre ellos para quejarse, también. Unos, preocupados por la repatriación de niños/as especialmente vulnerables por los que no han movido un dedo. Si, escribo una carta para demostrar mi disconformidad. Los otros, aprovechando que los acuerdos pesqueros están en el aire.
Bajada de la luz por Real Decreto. En nada se oirán las voces de quien quiera ver ahí una nacionalización imposible.
Hemos vendido los saltos de agua. Hemos vendido las compañías eléctricas, a favor del ladrillo.
Unos aplaudían, otros golpeaban cazuelas. Vendemos el alma por una cerveza.
Recuerdo aquel 12 de octubre de 2020:
«Buenos días. ¿Hay esperanza?»
Sigo mirando en el fondo de aquella caja. Sigo sin encontrarla. Lástima.
Y Bebé canta:
𝖤𝗇 𝗏𝖾𝗋𝖽𝖺𝖽 𝗇𝗎𝗇𝖼𝖺 𝗍𝖾 𝖼𝗋𝖾𝗂́ 𝖼𝖺𝗉𝖺𝗓 𝖽𝖾 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗇𝖺𝗌 𝖼𝗈𝗌𝖺𝗌
𝖤𝗌𝗍𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗒𝗈 𝗍𝖺𝗇 𝖼𝖾𝗋𝖼𝖺, 𝗍𝖺𝗇, 𝗍𝖺𝗇 𝖼𝖾𝗋𝖼𝖺
𝖲𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗆𝖾 𝗁𝖺𝗌 𝗁𝖾𝖼𝗁𝗈 𝗍𝗋𝖺𝗆𝗉𝖺𝗌
𝖢𝗋𝖾𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗒𝖺 𝗇𝗈 𝖾𝗋𝖾𝗌 𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗒𝗈 𝖺𝗇𝖾𝗅𝗈
𝖢𝗋𝖾𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗒𝖺 𝗇𝗈 𝗍𝖾 𝖽𝖾𝗌𝖾𝗈 𝗇𝗂 𝖾𝗇 𝗆𝗂𝗌 𝗌𝗎𝖾𝗇̃𝗈𝗌
𝖭𝗂 𝗊𝗎𝖾 𝗆𝖾 𝗍𝗈𝗊𝗎𝖾𝗌 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗌𝗂 𝗌𝖾 𝗍𝖾 𝖿𝗎𝖾𝗋𝖺𝗇 𝗅𝖺𝗌 𝗍𝗋𝗂𝗉𝖺𝗌 𝖾𝗇 𝖾𝗅𝗅𝗈
𝖸𝖺 𝗇𝗈 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝖾𝗇 𝗂𝗋 𝖺 𝗏𝖾𝗋𝗍𝖾 𝗇𝗂 𝗆𝗂𝗌 𝖻𝖾𝗌𝗈𝗌
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