viernes, 7 de enero de 2022

Pobre Melchor



Visto lo visto, esta semana tendrá que pedir cita con el psicoterapeuta.
Su traje de Rey Mago, oscilaba entre el de un torero entrado en años y la decoración del típico roscón petado de frutas confitadas.
Mientras, en la televisión, Melchor comenzaba su parlamento para todos los niños del mundo mundial (Madrid), nosotros nos poníamos ciegos de chocolate y de roscón sin colorinchis.
Hablaron todos los reyes, incluso subieron a un niño que interpretó a un Alcalde y dijo cosas.
Las redes "ardían" (no será verdad) manifestando cambios de paradigma. Melchor, perdía likes y seguidores a velocidad insospechada, mientras Gaspar se alzaba como trending topic.
Y la ultraderecha, sin decir nada.
Hasta hubo concejales haciendo guiños libidinosos sobre su porte y belleza.
Algunos, comentaban el "blanqueamiento" de Baltasar (que dicen que no era negro) pero también pedían su número privado, o lo invitaban a quedarse en casa para descansar.
Melchor, ya entrado en la senectud y pasado de jubilación, mantenía el tipo e impostaba la voz para parecer más grave, más sereno, más Rey. Solo le faltó decir en algún momento lo de "Lo siento, me he equivocado y no volverá a ocurrir".
Gaspar, lanzaba miradas de saberse observado y las cámaras buscaban su mejor perfil entre oscuras ensoñaciones de todo tipo, de muchos de los televidentes.
Baltasar, parecía abrumado, con poco que decir y situado en el medio tono, no solo del color de su piel.
Hoy, ya sabemos quienes estaban bajo los trajes de Gaspar y Baltasar.
Levantaron pasiones y deseos, pero al quitarse el disfraz, volvieron a ser cantantes, actores, simples mortales.
Melchor, sigue siendo una incógnita.
Tal vez, hubo que recurrir a suplentes por PCR positiva.
Melchor hizo la magia, los otros, los suplentes solo pose e ilusión.
Espero una pronta recuperación de Gaspar y Baltasar, los de verdad.
Y para Melchor, un fuerte abrazo y una maravillosa jubilación.
Animo y suerte.

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