"𝗘𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗰𝗮𝗹𝘇𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝘃𝗶𝗱𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗿𝗼𝘁𝗼𝘀"
Así describe la situación Gad Lerner, y así abre su nueva entrega en la Crónica de la Psicodeflacción, Franco 'Bifo' Berardi.
Me ocurre como a algunas personas con las películas de terror. Se que me asustará, me producirá miedo, pero no puedo evitar leer sus palabras aunque lo haga con un escalofrío, con las manos cubriéndome la cara, dejando un resquicio entre mis dedos para ver su realidad.
Conforme avanzo en la lectura, "su realidad" sé que se convertirá en la mía.
Ya, el título, me anuncia un destino. Desertad.
"𝗡𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗰𝗹𝗮𝗿𝗼 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝘀𝗮𝗹𝗱𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗴𝘂𝗲𝗿𝗿𝗮. 𝗘𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗮𝘀𝗼𝘀 𝗻𝗼 𝘀𝗮𝗹𝗱𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝘁𝗼𝗱𝗼. 𝗘𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿, 𝘂𝗻𝗮 𝗼𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹𝗶𝘀𝗺𝗼 𝗳𝗿𝗮𝗴𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗮́ 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗻𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗲𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝗺𝗼𝘀𝗮𝗶𝗰𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗷𝗲́𝗿𝗰𝗶𝘁𝗼𝘀 𝗳𝗮𝘀𝗰𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀 𝗲𝗻 𝗴𝘂𝗲𝗿𝗿𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲 𝘀𝗶́"
Pone de manifiesto nuestra ingenuidad, la de todos. Construyendo y creando un pensamiento crítico que día a día, hora a hora, se desmorona.
"...𝗹𝗮 𝗹𝗲𝘆 𝗻𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝘀𝗲𝗹𝘃𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗼́𝗹𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗿 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗻 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗺𝗮𝘁𝗮𝗿"
Dibuja un nosotros y un ellos muy difícil de diferenciar. Una libertad, de mentira, que solo sirvió a los intereses de quienes hicieron promesas que sabían no podrían cumplir.
Zelenski en un remake de John F. Kennedy en su discurso de investidura, nos lanza su reto:
“𝗨𝗰𝗿𝗮𝗻𝗶𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗱𝗶𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗮 𝗺𝗼𝗿𝗶𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗘𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮. 𝗩𝗲𝗮𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗶 𝗘𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝗹𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗺𝗼𝗿𝗶𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗨𝗰𝗿𝗮𝗻𝗶𝗮"
Llevo unos días alejado de las noticias, viviendo mi egoísmo, mi plan.
Irme, salir de ese entorno que me afecta. Cambiar de ciudad, de país, para darme cuenta de que tal vez deba dar un salto más, y no me refiero a cambiar de planeta.
Desertad.
Poco a poco la rendija entre mis dedos, es más pequeña. Sigo leyendo y las piezas encajan.
Las minas de carbón, se abren de nuevo. El rearme, está ahí. La miseria, crece.
Desertar de la patria, de la guerra. Vivir en los márgenes de un mundo que se desintegra.
En octubre de 2020, yo mismo escribía:
"𝑁𝑜, 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜, 𝑛𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎 𝑔𝑙𝑜𝑏𝑎𝑙. 𝑁𝑜 𝑡𝑒𝑛𝑔𝑜 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑠𝑜𝑐𝑖𝑒𝑑𝑎𝑑, 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎 ℎ𝑢𝑚𝑎𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑.
𝐶𝑟𝑒𝑜 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑝𝑙𝑎𝑛. 𝐸𝑠𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑓𝑖𝑗𝑎 𝑜𝑏𝑗𝑒𝑡𝑖𝑣𝑜𝑠, 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑖𝑟𝑎 𝑎𝑙 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜, 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑟𝑒𝑡𝑎 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑑𝑖́𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑖𝑔𝑎 𝑎𝑑𝑒𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒. 𝑄𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑐𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑎𝑑𝑎 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟 𝑚𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑧𝑐𝑎 𝑢𝑛 𝑙𝑜𝑔𝑟𝑜.
𝑀𝑖 𝑝𝑙𝑎𝑛, 𝑡𝑢 𝑝𝑙𝑎𝑛, 𝑒𝑙 𝑑𝑒 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜𝑠 𝑜𝑡𝑟𝑜𝑠, 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑖𝑟 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑡𝑟𝑢𝑦𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑜 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑖𝑛𝑡𝑜. 𝐸𝑠𝑜, 𝑠𝑖́ 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑡𝑟𝑢𝑖𝑟 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎.
𝐻𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑎𝑏𝑖𝑒𝑟𝑡𝑜 𝑢𝑛𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑐𝑎𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝑃𝑎𝑛𝑑𝑜𝑟𝑎, 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑜𝑟𝑖𝑔𝑖𝑛𝑎𝑙. 𝐴𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑞𝑢𝑒, 𝑎𝑙 𝑎𝑏𝑟𝑖𝑟𝑙𝑎, 𝑒𝑥𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑜́ 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑠𝑜𝑏𝑟𝑒 𝑙𝑎 𝑡𝑖𝑒𝑟𝑟𝑎. 𝑌 ¿𝑠𝑎𝑏𝑒𝑠?, 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑓𝑜𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑗𝑎, 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑜́ 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎.
𝐻𝑎𝑏𝑟𝑎́ 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑟 𝑑𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜, 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑓𝑜𝑛𝑑𝑜."
Ingenuidad. Qué bonita.
Animo y suerte.
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